El organismo de los perros y los gatos tiene sus particularidades, por eso no pueden comer lo mismo que los humanos.
El consumo de alimentos inapropiados para ellos puede generarles diversas reacciones. Unas que podríamos catalogar como leves, es el caso de malestares estomacales. Pero en otros casos se trata de consecuencias gravísimas, como el coma y hasta la muerte.
Mitos alimenticios ligados a los gatos
Asociamos erróneamente ciertos productos y alimentos como infaltables en la dieta de los gatos… pero hay que tener cuidado con ciertas creencias. Pasa sobre todo con la leche, el atún enlatado y los pescados crudos.
Se le puede dar leche a los gatitos durante sus primeros meses, no así cuando ya comienzan a crecer.
¿La razón? Se van haciendo intolerantes a la lactosa a medida que van creciendo.
Este alimento, cuando ya están grandes, les puede producir vómitos, diarreas y otros problemas digestivos.
No importa que tan cercana sea la asociación que han hecho las caricaturas de los gatos y el pescado crudo, este alimento puede ser peligroso.
En primera instancia porque tiene una enzima que destruye la tiamina, una vitamina b necesaria para los gatos. Adicionalmente, esta carne cruda puede estar contaminada con anisakis, un parásito que puede afectar al sistema digestivo.
El atún enlatado, por su parte, no está hecho para los gatos. El alimento en cuestión contiene mercurio. Lo tiene en una cantidad que no es nociva para los humanos, pero sí para el animal doméstico.
A la larga se puede producir una intoxicación en el animal de compañía. Adicionalmente, este enlatado no incorpora sustancias que requiere la mascota: vitaminas e, cobre, hierro y calcio.
Ni huesos ni dulces para las mascotas
También se da por sentado que los huesos y los perros son uno con el universo, pero no es exactamente así.
Para darle un hueso a nuestro perro, este debe cumplir con un par de condiciones:
- Debe ser grande
- Debe estar sin cocinar
Los huesos pequeños se pueden astillar con más facilidad, lo mismo que los huesos que han pasado por cocción.
Respecto al azúcar y los dulces, da lo mismo que se trate de un perro o un gato; ¡simplemente no hay que darles nada de eso!
Corren el riesgo por igual de desarrollar diabetes y hasta pérdida de la visión. Además producir obesidad en las mascotas, lo que a su vez generará otras complicaciones.
Para saber más sobre los cuidados contra la obesidad de las animales de compañía, escucha nuestro podcast sobre el tema y las recomendaciones de la médico veterinaria Victoria Mejía.
Lo recomendable siempre es suministrarle alimentos validados para el consumo de tu perro o gato, o aquellos que hayan sido expresamente indicados por el veterinario.
Recuerda el alimento de tu mascota