Cómo salir a correr con mi perro

Tener un perro puede motivarnos a hacer más ejercicio. El estudio más minucioso que se ha realizado sobre el tema apunta en esta dirección. Conoce a continuación algunos datos interesantes. 

El análisis en cuestión fue hecho por la Universidad de Liverpool en 2019. En un vecindario de esta localidad se analizaron las rutinas de ejercicio de 700 personas. Y descubrieron elementos interesantes en torno a quienes poseían canes: 

• La mayoría pasaba casi 300 minutos a la semana sacándolos a pasear. Esto suponía 200 minutos más de caminata que quienes no tenían perros. 
• Propietarios de mascotas, adicionalmente, acudían al gimnasio, montaban bicicleta o salían a trotar. 
• Los niños con perritos caminaban 100 minutos y tenían 200 minutos más de actividad lúdica que sus pares sin canes. 

¿Esto quiere decir que basta con tener un perro para ser los más deportistas? ¡No! El estudio, de hecho, consiguió propietarios de mascotas que eran sedentarios, incluso siendo jóvenes. 

Así que la enseñanza de fondo es que un perro, sumado a la disciplina, se convierte en un gran estímulo para caminar y trotar. 

Empieza a correr con tu perro 

Sí, los firulais son enérgicos, lo sabemos. Pero no por ello debemos prescindir de las recomendaciones de un profesional de la salud. 

Así que el primer paso es llevarlo al veterinario y consultar con él sí está en la capacidad de acompañarte a correr. Hay perros que, bien por su conformación física o por su edad, no pueden someterse a actividad física prolongada.

Por ejemplo, el ejercicio excesivo puede lastimar las articulaciones de los cachorros Mientras que a los perros braquicefálicos tampoco les resulta positivo el ejercicio demandante. Nos referimos a los perros de hocico chato (como los bóxers, pekinés, maltés, entre otros), los cuales tienen dificultades respiratorias. 

Así como tú necesitas estiramiento, a tu mascota le viene bien un poco de ensayo antes de salir a correr, sobre todo cuando se trata de las primeras salidas:

• Para ello, dentro de casa, ponle la correa. Es preferible una extensible o flexible (tal es el caso de las correas ruff leash), así no se estarán jaloneando el uno al otro, y tendrán un recorrido más cómodo. También es necesario un arnés resistente. Te recomendamos el Fly Harness Urban para este tipo de rutinas. 
  
  
• Ubícate a su lado y comienza a trotar sin avanzar. Cambia al otro costado del perro y repite la acción. Posteriormente, avanza caminando a paso acelerado. 

• Una vez que se haya acostumbrado al ritmo, comienza a trotar con él dentro de casa al ritmo que pretendes llevar afuera.

Es importante recordar que los refuerzos positivos son de gran inspiración para nuestras mascotas. Por eso mientras corres, aliéntalo con su nombre y celebra su esfuerzo. 

Pero no te extralimites, ¿qué te queremos decir con esto? Que no obligues a firulais a correr cuando no quiere, tampoco a pedir la milla extra cuando ya está cansado.

Después de correr 

Limpia sus patas para que la tierra no se meta entre sus patas y les cause irritación o infección. 

Aunque nuestro atleta peludo esté jadeando al finalizar el ejercicio, no le proporciones agua de inmediato. Espera a que se tranquilice y recupere su respiración normal. De lo contrario, beber agua en medio del jadeo constante puede hacer que desarrollen una dilatación en el estómago. En los casos extremos se puede producir un shock hipovolémico. 

Una vez haya recuperado su respiración habitual, hidrátalo. Pónsela fácil y dale agua en un envase cómodo para beber. Después de ese esfuerzo, no lo pongas a coger lucha con el chorrito de una botellita de agua. Ya bastante ejercicio hizo 😜.

En la actualidad, hay envases que puedes llevar en un bolsillo, como los mobowls. De modo que es posible ofrecerle comodidad a tu firulais sin sacrificar la tuya.

Si inevitablemente debes llevar varias cosas contigo durante los paseos, puedes recurrir a bolsos y cangureras especialmente diseñados para el uso de los pet lovers. 

Correr en tiempos de la COVID-19