En términos generales, castrar a los perros o esterilizar a las perras puede ser positivo para la salud de estos animales de compañía. Pero también para sus dueños e incluso en términos sociales.
Hay casos, sin embargo, en los que no se recomienda porque su salud se puede ver comprometida. Pero suelen ser muy pocos.
¿En qué consiste la castración?
Significa extirpar los testículos de los perros, para lo cual se le somete a una intervención quirúrgica, en la que se hace una incisión en el escroto del animal.
Puede ocurrir, aunque no es muy frecuente, que los testículos no hayan descendido, sino que se encuentren en el canal inguinal o más arriba, en la cavidad abdominal.
Cuando esto ocurre, se hace una incisión en el vientre, tal como se hace con las perritas, a las cuales se les extirpan los ovarios y, a veces, también el útero.
El procedimiento quirúrgico se puede hacer también por laparoscopia, que es menos invasiva y la recuperación de la perrita es más rápida.
Con la castración o esterilización, los perros ya no pueden engendrar y pierden muchas de las hormonas sexuales, lo que quiere decir que pierden su apetencia sexual.
¿La castración y la esterilización tiene beneficios para la salud?
El principal beneficio de salud que ofrecen estos procedimientos quirúrgicos es reducir el riesgo de futuras enfermedades, en su mayoría ligadas a tumoraciones y cáncer.
Por ejemplo, las perras luego de los siete años aumentan las posibilidades de que desarrollen infecciones uterinas.
Los perros, por su parte, suelen producir tumoraciones, ligadas al tema de las hormonas, en las glándulas perianales.
Ahora bien, los detractores de la castración y la esterilización indican que en ocasiones puede ser contraproducente. Porque podría generarse incontinencia en los machos. También podría ocurrir que algunas perras tengan problemas para la producción de calcio.
Los señalamientos llegan incluso a decir que estas intervenciones pueden favorecer tumoraciones de otra índole, y que podría guardar relación con la aparición del síndrome de disfunción cognitiva, el alzheimer cuando están en la vejez.
Pero como afirman especialistas veterinarios en un artículo de El País, de España, no se han hecho estudios con el suficiente alcance para llegar a conclusiones definitivas sobre este particular.
Así que la última palabra la tiene tu médico veterinario, quien evaluará el estado de salud de tu firulais y te indicará qué es lo mejor.
¿Cuáles son los beneficios para los dueños de las mascotas?
Los machos ya no intentarán escapar para buscar aparearse. Tampoco se producirá la secreción de esmegma, que puede generar problemas de aseo.
En el caso de las hembras se elimina el celo (y el sangrado consiguiente), así como la aparición del fenómeno del embarazo psicológico.
Sin importar el sexo, estarán más pendientes de la vida en casa y de sus dueños.
También es posible que se hagan un poco más sosegados. ¡Pero, atención! La castración y la esterilización no puede entenderse como una cirugía para el comportamiento.
¿Mi perro puede dejar de ser agresivo luego de la castración?
Vamos por parte. La castración y esterilización afectan la producción de hormonas sexuales (andrógenos, estrógenos y progesterona). Es decir, va a tener incidencia sobre los comportamientos ligados al tema sexual.
En las hembras cesa por completo las manifestaciones sexuales, también en la mayoría de los machos. No obstante, un pequeño porcentaje de ellos puede sentirse atraído por el celo de una perra, tener erecciones, incluso intentar una monta, aunque no la termine.
Esto nos dice que estas cirugías solo tienen incidencia respeto a la ansiedad, exaltación, agresividad y hasta indisciplina de los perros producidos por el sexo. En adelante, no se verán exaltados por estos impulsos, al menos la gran mayoría de ellos.
Pero los perros pueden sentirse exaltados, ansiosos y ser agresivos por otras muchas razones. Depende de la genética, del entorno, de la compañía y, sobre todo, de la educación.
Si el perro sigue siendo agresivo después de esterilizar o castrar, debes enfocarte en trabajar su conducta. Consulta con tu veterinario y con entrenadores formas de reorientar toda esa energía.
¿Mi perro va a engordar tras la castración?
Básicamente, dependerá de ti. Sucede que tras la operación se pueden volver un poco menos enérgicos que antes. También les suele dar más apetito.
Lo que hay que hacer, en principio, es no modificar su dieta. Aunque te pida más comida, dale lo que le conviene según su edad.
Ahora bien, hay quien aconseja sacarle provecho a la nueva circunstancia. Por un lado, tienes un perro con menos interés por el exterior; ya no tiene el instinto sexual llamándole. Por otra parte, tiene más interés en su casa y en sus dueños.
Entonces: ¡pasa más tiempo con tu firulais! Dale meriendas y treats para calmar su ansiedad, pero sácalo a dar paseos más largos y más dinámicos.
De ese modo harás un balance entre su apetito y la cantidad de ejercicio necesario para mantenerse sano. Pero sobre todo lograrás que se sienta querido y acompañado por sus dueños.
¿Cuándo se recomienda hacer la castración o esterilización?
En general, se recomienda hacer la castración entre los seis y ochos meses de edad. Porque el perro ya está bien desarrollado y el hígado no debería tener problemas con la anestesia.
Si se ha decidido que la perra no tendrá cachorros, lo ideal es esterilizarla antes del primer celo. De ese modo se evita en su totalidad el desarrollo de tumoraciones e infecciones uterinas.
Si se desea que la perrita tenga cría, se debe ser muy cuidadoso. Hay que consultar con el médico veterinario si la perra está en buenas condiciones para quedar embarazada.
Adicionalmente, hay que asegurarse que tanto el padre como la madre no tengan problemas de salud o defectos congénitos que puedan heredar a los cachorros.
De lo contrario, se estaría dando a luz a una camada, cuya calidad de vida ya está comprometida. Y eso no es deseable.
Y la pregunta más importante que hay que hacerse a la hora de decidir que la perra quedará embarazada es si los dueños conservarán a los cachorros, o se han asegurado que tendrán dueños que los cuiden realmente.
Hay que recordar que el número de perros y gatos abandonados es elevado, y están expuestos a maltratos y malas condiciones de vida. Además, ya hay muchos animales domésticos en refugios esperando ser adoptados.
Todo para añoñar a tu firulais