Sobre ellos llueven encuestas, estudios de opinión y hasta estudios con e mayúscula, ¡se trata de los millennials! Toda una generación está siendo diseccionada sobre la marcha. Y de esta suerte de antropología exprés hay un dato que resalta: adoran a los perros, incluso los consideran sus hijos.
Esta nueva generación, nacida entre 1980 y el 2000, de propietarios de masc… perdón, pet parents, se preocupa mucho más por su(s) mascota(s). Ya no se les ve como meros guardianes de la casa, sino que son verdaderos integrantes de la familia. A los que, además, se les destina muchos cuidados.
¿Por qué es tan importante lo que tienen que decir los millennials sobre las mascotas?
En primer lugar, por una cuestión de números. Esta generación representa el 31.5% de la población mundial, según estimaciones de la agencia Bloomberg.
Y, al menos ya en Estados Unidos, representan la generación con mayor tenencia de animales de compañía. Puntualmente hablamos de 35%. Mientras que aquellos con edades entre 37 y 51 años poseen el 32% de las mascotas. Los de entre 52 y 70 años de edad poseen el 27%. Estos datos provienen del estudio Pet Owner Paths 2017-2018 (POP).
La generación pet lover
La otra gran razón por la que su voz importa, es por la concepción que se tiene de estos animalitos.
Ya dijimos que son un miembro de la familia. Pues, mira que lo demuestran. Su salud es una prioridad, por ejemplo.
Fijémonos en el siguiente dato. El 41% de los pet lovers de la nueva generación lleva a su perro al veterinario para cepillado dental, según revela el estudio POP, efectuado entre los milénicos estadounidenses.
¿Parece una tontería? Pues no. Solo 25% de los dueños de animales domésticos de la generación anterior incurre en esta práctica.
Este es apenas un rasgo que denota un gran cambio de mentalidad. Y ese cambio de rol de los animales de compañía, que los aproxima más a la figura de hijos, tiene su origen en implicaciones emocionales, como su concepción de vida en pareja y la vida familiar.
Otras características de los millennials
Este grupo poblacional tiene otros rasgos, uno de los más llamativos es que postergan casarse y tener hijos.
En algunos casos obedece a razones económicas, ellos no tienen toda la independencia económica que les permita formar un hogar. Puesto que deben endeudarse más de lo que en su momento lo hicieron sus pares de la generación X (nacida entre 1965 y 1979) y de la generación baby boomer (nacida entre 1946 y 1964).
En otros casos, los retos profesionales les entusiasman más que la idea de constituir una familia. Adicionalmente, los empleos demandan cada vez más dedicación.
Mientras que otro sector importante considera que criar un gato o un perro es un primer paso, lleno de afectividad y responsabilidades, que posteriormente le puede ayudar a dar el salto hacia la paternidad, como lo indica la encuesta hecha por Zulily, empresa de comercio electrónico.
En los países más desarrollados, se evidencia una mayor comprensión de este fenómeno. Por eso hay más apertura a que los trabajadores vayan con sus mascotas a sus empleos. De hecho, en Estados Unidos ya el 8% de los lugares de trabajo permiten esta comodidad.
Se entiende, pues, que estamos frente a otro tipo de tenencia de mascotas, mucho más comprometida y, por supuesto, más afectiva; una era de pet lovers mucho más devotos.
¡¿Cómo?! Accesorios para humanos!!!